El queísmo es la omisión de una preposición, sobre todo de, cuando precede a que en oraciones subordinadas.
Ejemplos son las frases:
- Es hora que me escuchen (título de un libro de Eduardo Duhalde, expresidente de la Argentina, en vez de Es hora de que me escuchen).
- Me alegro que te vayas (en vez de Me alegro de que te vayas).
- No me di cuenta que habías venido (en vez de No me di cuenta de que habías venido).
- Estoy de acuerdo que hay que hacerlo (en vez de Estoy de acuerdo en que hay que hacerlo).
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